lunes, 13 de octubre de 2008

Tu ya lo sabes

Reconozco tu mirada, tan cierta como el suspiro aquel que se llevó en un grito mi alma al cielo, las noches ya no guardan silencios contenidos de llantos que ahogaban mi espacio, todo es novedad y risas y colores retorcidos que brillan al sol cobrizo. Vuelvo a mi niñez flotando en el tiempo como se navenga en el mar profundo de una fotografia en sepia y de alguna manera desde entonces aun sin estar ya estabas ahí, no lo comprendo pero lo tengo por mi única certeza. Te descubriste primero revuelto en anhelos y dichas después en llantos que a veces se asoman en tu mirada y que me duelen profundo como mis propias desventuras. Nos encontramos, ellos lo saben, y nosotros lo sabemos, cuando nos descubrimos desnudos del cuerpo y del alma como eternos enamorados que tuvieron que esperar un siglo para amarse de nuevo.