... escucho en la noche los ecos de lo prohibido que a veces no me permiten conciliar el sueño... vueltas en la cama en espiral tratando de zafarme de mis propios pensamientos... te dije que no quiero volver allá y sin embargo no escuchas y regresas a mi mente taladrando profundo... regresas a mi vida como un dolor en el vientre que lastima sin quitar la vida... las aves no debiéramos tener memoria, no desear mas de lo que ya tenemos... ser simplemente universo de plumas y viento...

... como una hoja llevada por el viento he caído en el río de tus ojos eternos... cuando te vivo, siento la sangre recorrerme el cuerpo y encender mis ojos que no tienen otro reflejo que el de tu piel desnuda... me fundo en tu fuego hasta otro momento ...

... trazando camino recorro tu cuerpo que evocan mis manos y mis pensamientos... ¿a dónde te fuiste después?... el después es siempre lo mas recordado... el después y tus ojos, el después y tus manos y las tardes de lluvia que juntos pasamos, ¿te acuerdas de entonces?, de las noches nuestras, de las manos nuestras que juntas bailaban y se estremecían con besos y letras y eran nuestras manos historias resueltas escritas en líneas que no se evaporan, que siguen presentes a través del tiempo que nos abre espacios y deja entre ambos un beso pendiente...